De un Trozo de Arcilla a tu Bowl Favorito

¿Cómo se hace un bowl de cerámica? Es más que un simple objeto: es un proceso especial. Te mostramos cada paso de cómo creamos un bowl en nuestro taller. ¡Descubre la magia!

De un Trozo de Arcilla a tu Bowl Favorito

Paso 1: La Preparación de la Arcilla – Dando Vida a la Materia Prima

Antes de que la arcilla toque el torno, debe ser preparada. Seleccionamos la pasta ideal, que puede variar en color y composición según el acabado que busquemos para el bowl. Luego, viene el amasado.

  • Amasado intenso: Este paso es crucial. Con nuestras propias manos, trabajamos la arcilla una y otra vez, eliminando cualquier burbuja de aire y logrando la plasticidad perfecta. Es como “despertar” la tierra, homogeneizándola y dándole la flexibilidad necesaria para la fase de torneado. Una arcilla bien amasada es la base de un bowl resistente y bien formado.

Paso 2: El Centrado en el Torno – El Corazón de la Creación

Con la arcilla lista, la colocamos en el centro del plato giratorio del torno de alfarero. Este es, para muchos, el paso más desafiante y fascinante.

  • El arte del centrado: Es fundamental que la “pella” de arcilla quede perfectamente centrada. Mientras el plato gira, aplicamos presión para que la arcilla se eleve y se estabilice en el medio. Requiere concentración y un tacto muy sensible. Un buen centrado es la clave para que el bowl no se tambalee durante la creación y tenga una forma simétrica.

Paso 3: Abriendo la Arcilla – Creando el Espacio Interior

Una vez centrada, comenzamos a abrir la arcilla para formar la base y el espacio interior del bowl.

  • El pulgar como guía: Con los pulgares en el centro, y el torno girando, ejercemos una presión suave pero constante para crear una cavidad en el corazón de la arcilla. Simultáneamente, las manos externas sostienen y guían la pared exterior. La profundidad de esta apertura determinará la altura final del bowl.

Paso 4: Levantando las Paredes y Dando Forma – La Escultura Gira

Ahora que tenemos la base y el espacio interior, empezamos a levantar las paredes del bowl. Este es el momento donde la forma empieza a definirse.

  • Elevando la pared: Con una mano en el interior y otra en el exterior, aplicamos una presión controlada para empujar la arcilla hacia arriba, creando las paredes del bowl. Repetimos este proceso varias veces, afinando las paredes y expandiendo el diámetro si es necesario. La velocidad del torno, la presión de las manos y la hidratación de la arcilla son cruciales para lograr la forma deseada, ya sea un bowl abierto y plano, o uno más profundo y cerrado.

Paso 5: El Secado – Un Descanso Necesario

Una vez que el bowl tiene su forma final en el torno, lo retiramos con cuidado y lo dejamos secar.

  • Secado lento y gradual: Este proceso es vital para evitar grietas y deformaciones. El bowl pierde humedad gradualmente, volviéndose más firme y menos frágil. A veces, lo cubrimos parcialmente para asegurar un secado uniforme en todas sus partes.

Bowls de cerámica secándose sobre una estanteria

Paso 6: El Retorneado (Opcional, pero Común) – Puliendo los Detalles

Una vez que el bowl está en un estado de “cuero” (semi-seco), a menudo volvemos al torno para el retorneado.

  • Acabado y base: Colocamos el bowl boca abajo en el torno y, con herramientas especiales, retiramos el exceso de arcilla de la base y damos forma al “pie” o anillo de apoyo. Este paso no solo perfecciona el acabado, sino que también crea una base estable y prolija.

Paso 7: La Primera Cocción (Bizcocho) – Ganando Firmeza

Cuando el bowl está completamente seco (lo que puede tomar días o semanas), está listo para su primera cocción, conocida como “bizcocho”.

  • Transformación inicial: En este paso, el horno alcanza temperaturas de alrededor de 900-1000°C. La arcilla se transforma en un material cerámico poroso y firme, pero aún no impermeable. Es un paso fundamental que prepara el bowl para recibir el esmalte.

Paso 8: El Esmaltado – Dando Color y Brillo

¡Aquí es donde el bowl adquiere su personalidad y su toque final!

  • Aplicación de esmalte: Sumergimos el bowl en un baño de esmalte líquido, lo rociamos o lo pincelamos. Los esmaltes son suspensiones de minerales que, al fundirse a altas temperaturas, crean una capa vítrea, impermeable y con el color y la textura deseados. Es un arte en sí mismo, ya que cada esmalte reacciona de manera única en el horno.

Paso 9: La Segunda Cocción (Esmalte) – El Fuego Revela el Arte

El bowl esmaltado vuelve al horno para su cocción final, a temperaturas aún más altas (entre 1060°C, dependiendo del tipo de arcilla y esmalte).

  • La magia del fuego: Esta cocción es la que fusiona el esmalte con la superficie del bowl, creando un acabado brillante, mate o texturizado, y dotándolo de su resistencia e impermeabilidad final. Es un momento de mucha expectación, ya que el color y la textura del esmalte solo se revelan completamente una vez que el horno se enfría.

Tu Bowl, Una Obra de Arte Única

Cada bowl que creamos lleva consigo no solo la arcilla y el fuego, sino también la paciencia, la habilidad y el alma del artesano. Es un objeto que ha pasado por múltiples transformaciones, desde un trozo de tierra hasta un elemento funcional y hermoso en tu mesa. La próxima vez que uses uno de nuestros bowls, esperamos que sientas esa conexión con el proceso artesanal y la historia que encierra.

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Cada pieza está hecha con dedicación, respetando los materiales y celebrando el trabajo manual.

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